Wednesday, April 28, 2010

El desarrollo de la Patagonia en Luis Sepúlveda y Cristina Siscar

La Patagonia es un lugar único entre todos los otros lugares del mundo. No está comercializado como Sao Paulo, no está lleno de selva tropical como el norte de Sudamérica y no se centraliza en la costa. En otras palabras, no hay algo muy especial sobre la Patagonia. En muchas partes no hay nada; es como desierto desertado tan lejos como el ojo puede ver. Pero la Patagonia queda como una gran inspiración en viajeros y escritores, muchos dicen porque en situaciones en que no hay nada (y la Patagonia queda esta descripción) empieza el pensamiento existencial. La Siberia por Cristina Siscar y Patagonia Express de Luis Sepúlveda son historias que vienen del corazón de esta tierra que se llama la Patagonia. La Siberia sigue la historia de algunos turistas europeos que encuentran aventura y conflicto en la Patagonia. En Patagonia Express, Sepúlveda narra la historia de un hombre nativo de la Patagonia que se exilió de allí y regresa para encontrar su identidad y significado en la vida. Ambos historias toman el escenario en la Patagonia pero por circunstancias muy diferentes. Sobre todo, la Patagonia sirve como escenario de gran influencia en la desarrolla de ambos historias.
En su ensayo Travel and Writing, Michel Butor se refiere varias veces a la “conexión intensa” que existe entre viajar y escribir (Butor, 69). Esta conexión existe para cada escritor que busca significado en sus viajes y en la vida, y Siscar y Sepúlveda representan bien este tipo de viajero. Hay tres factores prominentes en las obras de Siscar y Sepúlveda que les destacan de la tierra desierta de la Patagonia. Estos tres factores incluyen la representación de la mujer, la vista de lo desconocido y sobre todo la importancia de la libertad.
Una primera distinción en las dos obras es la representación de la mujer. El factor que contribuye más en esta representación es obviamente el sexo de los autores. Siscar escribe del punto de vista de una mujer y vemos en La Siberia que hay énfasis en la importancia y el valor de las mujeres. Siscar nos introduce a una mujer fuerte en su obra al decir: “Adelante, esa mujer que los había mirado de arriba abajo con sus ojos grandes, sin ningún disimulo, ocupaba ella sola los dos lugares: estaba las piernas, cambiaba de posición, se recostaba oblicuamente en la butaca rígida (Siscar, 16). Esta cita y la construcción de esa mujer “ojos grandes” en La Siberia dan significado a la mujer. Primero, ojos grandes no tiene nombre; se describe más por decir no cómo es, sino lo que hace. Además, Siscar le define a ella principalmente por sus ojos. No su cuerpo, que la haría un objeto sexual ni su voz, que la haría como los otros personajes ignorantes. Definir esa mujer como “ojos grandes” dice que ella vale, ella es profunda y ella no camina por la Patagonia y el mundo con los ojos cerrados. Siscar construye algunos de los otros personajes como figuras profundas y respetables pero Ojos Grandes es la personificación de la importancia de ser mujer.
En la otra mano, Sepúlveda, como hombre toma una posición diferente sobre la mujer. El protagonista principal es un hombre y casi todos los otros personajes son hombres. Este hecho ejemplifica la sociedad hispánica, las mujeres que hay en la sociedad pero sólo como parte de la historia del hombre. Sin embargo, Sepúlveda incorpora algunas mujeres entre su historia, las prostitutas y la viuda y su hija la gorda. La representación de las prostitutas es similar a su rol en la vida real: seres humanos marginalizados. Los otros personajes femeninos son la viuda y su hija, la gorda. Al describirlas ellas, Sepúlveda sale un poco de su tendencia machista y cuenta la historia de dos mujeres sin prominencia en sociedad que tenía éxito en manipular en hombre listo y fuerte. Uno de las primeras cosas que la viuda dice a él es así; “El adelantado don Pedro de Sarmiento y Figueroa [es nuestro antepasado]. Somos descendientes directos. A mucha honra” (Sepúlveda, 70). Esta cita muestra que Sepúlveda entiende la situación de la mujer pero no es algo que se arreglara de la noche a la mañana.
Lo desconocido es otro tema que exploran los dos autores en la Patagonia. En la obra de Siscar, todo es nuevo y diferente y desconocido a los turistas. Reflexivamente, asocian lo desconocido con el peligro. Los viajeros toman conflictos individuales; el puma, la oscuridad y el hambre y lo llevan al significado universal de miedo. Como dije Elton Glaser en su literatura, los dimensiones de eventos individuales y el significado universal chocan para el viajero, y en el caso de La Siberia, el choque no es agradable (Glaser, 49).
Lo desconocido de la vista de Sepúlveda toma una forma más histórica y política. Primero, cuenta varias leyendas y mitos dentro la narración. Por eso, lo que leemos es un híbrido, “por ejemplo, al apego a las historias raras, la unión de elementos ficcionales y no ficcionales, la descripción de lugares exóticos, los vínculos entre literatura y viaje, la ida y el regreso como búsqueda de algo” (Casini, 3). Lo desconocido es menos peligroso para el protagonista en Patagonia Express porque lo ve como una nueva aventura. Y en las palabras de una profesora de magia, “Es lo desconocido que tememos cuando miramos a la muerte y la oscuridad. Sobre todo, que es la muerte, menos la siguiente aventura increíble” (Rowling).
El tercer punto para discutir también sirve como una buena conclusión porque abarca la esencia de las dos obras: la libertad. Para Sepúlveda, esta libertad, o falta de libertad toma una forma real y personal. Puede vérselo en el tratamiento de mujeres y en su búsqueda de identidad. Pero también, la libertad se manifiesta cuando él está encarcelado, sólo por pensar diferente, y se refiere a “ninguna parte” que es la falta de libertad (Sepúlveda). En la obra de Siscar, los protagonistas son libres, viajan porque quieren y no son víctimas de opresión policita. Sin embargo, o por una razón u otra, la Patagonia toma la libertad de los personajes de cada historia. El protagonista de Sepúlveda está encarcelado y los turistas son como náufragos en el ómnibus. Lo que el protagonista de Sepúlveda entiende que los turistas nunca podían entender es que la libertad física se puede apresar pero la libertad de la mente, de la sabiduría y de escribir sobre el viaje nunca se puede sacar. Y cuando uno entiende esto como Sepúlveda, empieza el pensamiento existencial.




Obras Citadas
Butor, Michel. "Travel and Writing." University Press of Mississippi (2001): 69-85.
Casini, Silvia. "Luis Sepúlveda: Un Viaje Express al corazon de la Patagonia." Alpha 20 Dec. 2004
Glaser, Elton. "Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre." North Dakota Quarterly 59.3 (1991).
Rowling, J.K. Harry Potter and the Deathly Hallows. Scholastic, 2009.
Sepúlveda, Luis. Patagonia Express. 8th ed. Barcelona: Fabula Tusquetes, 2009.
Siscar, Cristina. La Siberia. Mondadori, 2007.

Friday, April 23, 2010

Escritura Creativa #4


El Camino a las Vacas

El sendero se llamaba “el camino a las vacas.” Cuando era niña, vivía en el campo norte de Holland, Michigan. Era bien rural, mi casa se localizó en la esquina de la 160 y Nuevo Holandés. Cada calle marca una milla. El camino a las vacas corrió en un cuadro de cuatro calles. En la última calle, el sendero pasó frente de una granja con dos vacas muy viejas y flacas.
La primera vez que mi madre me llevó por el sendero tenía diez años. Mi madre estaba entrenando para una maratón. Corrimos por toda la ruta, sólo caminamos algunos minutos cuando pasamos las vacas, para decir “hola”. Sin saber toda mi situación, esta historia no parece muy rara. Pero soy especial. Soy diferente. Nací con solo un pulmón, y los doctores me dijeron que nunca podía hacer ejercicios y que la ausencia de mi pulmón iba a causarme problemas toda mi vida. Pero a mí no me gustaba escuchar a los doctores y decidí correr. Casi todos los días. En el camino a las vacas. Por eso correr y este sendero eran de gran importancia para mí.
Después de cumplir este camino la primera vez, lo hice casi cada día. Siempre sonreí a las vacas cuando las pasé. A veces corrí con mi madre, mi padre o mi perro Fluffy, y a veces con sólo mi música y mis pensamientos. Correr simbolizó fuerza para mí, y aunque no era fácil, a veces arrancaba un punto en que mi pulmón y mis piernas olvidaban de dolor. Cuando esto pasó, corrí alrededor de la ruta de las vacas dos o tres veces. Mis vecinos probablemente pensaban que estaba loca. Pero no me importa, continué corriendo. Hasta que un día todo cambió.
Estaba en la escuela secundaria, grado 10. Un día llegué tarde (como era muy típico) a mi clase de ciencias. Pero esta vez mi maestro no sonrió ni hizo un chiste sobre mi irresponsabilidad. De hecho, no había ninguna estudiante en la clase ni sonriendo ni hablando. Todos los pupitres estaban ocupados menos el mío y el de mi mejor amigo del mundo, Matt. El maestro me pidió hablar conmigo afuera de la clase. Estaba preocupada, pensando que finalmente él me iba a dar un castigo por llegar tarde tantas veces. No estaba lista para lo que tenía que decirme.
“Hubo un accidente. Matt se murió.”
Recuerdo cada detalle como si fuera ayer. Los ojos azules de mi maestro llenos de dolor. Las paredes parecen invadir mi espacio. No pude hablar. No pude ver claro. No pude respirar. Por suerte estaba vestida en mi uniforme del fútbol porque mi equipo iba a tener un partido este día. Se les cayeron mis libros y corrí de la escuela. Nadie me trató de parar. Me permitieron correr, y correr y correr. Corrí las 15 millas de mi escuela a mi casa sin parar. De mi casa empecé la ruta de las vacas. Cuando estaba casi terminada la ruta, paré donde habían las vacas para descansar un minuto. Pero cuando paré, mis sentidos regresaron a mi cuerpo. Me sentí enferma. Vomité dos o tres veces y me caí en la tierra y cerré mis ojos.
Me desperté algunas horas después en el hospital. Sufría deshidratación pero nada más. No estaba muerta, como el mejor amigo que he tenido en toda mi vida. No fue bien. No estoy bien.
Hoy en día corro cuatro o cinco veces cada semana. Pedo nunca por el camino de las vacas. No he caminado un paso en este camino desde 6 años, el peor día de mi vida. Este día cambió mi vida para siempre. No quiero revivir alguna parte de este día nunca otra vez. El camino de las vacas fue mi camino por mucho tiempo. Pero ahora no es mío. No tengo un camino ahora. Todavía lo estoy buscando.

Wednesday, April 21, 2010

Escritura Creativa #3

De Ganso a Rey y a Hombre


CAPITULO 1: Cómo empieza todo

Estaba lloviendo a cántaros en Londres cuando sonó el timbre de la escuela para significar que las clases han terminado por hoy. Felipe recogió sus libros y su impermeable y empezó salir de las puertas por el camino largo a su casa. No había nadie a quien Felipe necesito decir adiós; no tenía muchos amigos. No es que Felipe no fuera social ni agradable, no, la mejor palabra para describir a Felipe es diferente. Los estudiantes del noveno grado tuvieron la oportunidad de asistir a dos bailes formales este año, uno en el invierno y el prom en la primavera. Felipe no fue al baile en el invierno y no tenía planes de asistir el prom. Había una chica a le que Felipe quisiera invitar al baile, pero Felipe estaba muy seguro de que ella no sabía nada de su existencia. Se llamaba Julia. Julia tenía muchos amigos y era bellísima y popular y chistosa e inteligente y todo lo que quería cualquier chico. Pero Felipe era ordinario, le gustaba jugar videojuegos y cuidar a su mascota, Tesa la tortuga.
Felipe pensó en Julia mientras caminaba en la lluvia. De repente, un grupo de jovenes del grado 11 le gritaron a Felipe desde su camioneta y aceleraron la camioneta para que toda el agua y el barro en la calle salpicara a Felipe y sus libros. Uno de sus libros cayó en un charco. Felipe casi empezó a llorar cuando oyó una voz atrás. Fue Julia.
“ ¡Eh!, ¿estás bien?”
Felipe no tenía idea de por qué una chica como Julia le importaría si él estaba bien o no pero le asombró encontrar su voz.
“Hola, Julia. Estoy bien, gracias. Sólo quería lavar mi libro en este charco.”
Julia sonrió y caminó al charco para recoger el libro. De repente algo absolutamente inexplicable pasó. Julia dobló para cobrar el libro y se cayó en el charco. Pero no se cayó como si tropieza, sino cayó como si hubiera un gran agujero invisible donde estaba el libro. Felipe gritó un chillido y frotó sus ojos para asegurarse de que no estaba sonriendo. Julia todavía no estaba. Felipe caminó lentamente al charco, miró al charco y de pronto sintió una sensación muy extraña detrás de su ombligo y empezó a caer.
Cuando abrió sus ojos Felipe estaba seguro de que ahora estaba sonriendo. No había lluvia, el sol relució más brillante que Felipe hubiera visto en toda su vida. Julia se echó en la tierra junto a Felipe, abrió a sus ojos y miró a Felipe.
“¿Dónde estamos?” le preguntó a Felipe. Felipe miró alrededor de la tierra. Había tierra fascinante tan lejos como pudo ver. Había pastos verdes, flores y árboles de colores que nunca ha visto antes, ríos y montañas, y encima de una gran molina, una ciudad tan impresionante que parecía construida por ángeles.
“No sé” respondió Felipe, “pero mira allá.” Señaló en la dirección de la ciudad. Los dos empezaron a caminar a la ciudad.
“Yo soy Felipe,” le dijo Felipe a Julia, “y perdona a mi libro por llevarte aquí.”
“Yo sé quién eres Felipe. Tomamos la clase de Historia juntos. Eres muy listo.” Por eso la verdad era que Julia sí sabía sobre la existencia de Felipe, y además pensaba que él era inteligente! Esto fue demasiado perfecto. Continuaron caminando y hablando y después de pocos minutos llegaron a la Ciudad Celestial. Había un castillo en el centro construido de diamantes, y muchos de los edificios alrededor parecían de joyas y plata. Las calles eran de oro. Aves y pajaritos del color azul subido volaban arriba de los chicos y cantaban como angelitos del cielo. No había gente en las calles, todo pareció desierto, hasta una princesa o un ángel, Felipe no sabía cómo era exactamente, se acercó a los chicos y dijo en una voz tan celestial,
“Bienvenido a la Ciudad Celestial, Rey Felipe y Reina Julia. Estábamos esperándolos a ustedes.” Los chicos no sabían lo que hacer. ¿Rey y Reina? Primero, a Felipe le gustó la idea de tener a Julia como su reina pero en realidad no la conocía. Quería tomarse el tiempo de conocerla y pasar tiempo con ella y quizás asistir a prom con ella antes de decidir tomarla como su Reina. La reacción de Julia parecía similar.
La princesa, que se llamó Iris, les dijo que estaban en el País de Cristiano, un lugar real que existe en la Tierra pero sólo los que valen pueden encontrarlo. Tenían que hacer un viaje y eventualmente llegar al mar para regresar a sus vidas en Londres. Pero durante su tiempo aquí, podían hacer lo que querían y tenían el poder del rey y la reina.
“Pueden quedarse tanto como quieran, pero este país tiene lecciones que enseñarle a ustedes y sería sabio aprenderlas,” dijo Iris.
Pasaron el día en la Ciudad Celestial. Toda la gente que vivía aquí tenía un resplandor en su piel que la volvía tan bellas, no parecían humanos. Sonrieron a Felipe y Julia pero no hablaron mucho. Felipe y Julia comieron fruta de los árboles y bebieron agua de las fuentes cristales que había en cada calle de la ciudad. Los chicos disputaban su situación y decidieron que podría ser un sueño, pero eventualmente cada sueño tiene que terminar y deben gozar de este país y hacer el viaje antes de que termine este…realidad o lo que sea. Decidieron pasar la noche en Ciudad Celestial y cuando saliera el sol sobre este país increíble, se irían. Iris no les dio nada para su viaje, diciendo que la tierra tenía todo lo que necesitaran.
..Capitulo 2 viene pronto.

Saturday, April 17, 2010

ariana


ariana es una isla en el centro del océano ártico. siempre hace frío, siempre hay nieve pero no es nieve típica, la nieve brilla como un millón de diamantes y es cálida. permite que flores bellísimas florezcan y que mariposas y aves de colores del arcoiris gocen el ambiente. La luna es la única estrella que alumbra su luz sobre ariana pero nunca es oscuro. hay siempre una luz azul que refleja la nieve y destaca la belleza de la isla. nadie vive aquí porque nadie ha lo encontrado, menos que en sus sueños. en ariana no existe estaciones, no hay tiempo de cambio, muerte ni renacimiento. la belleza permanece y siempre queda como el paraíso frío templado, la utopía brillante misteriosa.

Wednesday, April 7, 2010

Un artículo de New America Media (interesante)

Los, Las or L@s: Taking the Machismo Out of Spanish?

El Diario/La Prensa, Posted: Apr 07, 2010

NEW YORK -- An op-ed in El Diario/La Prensa argues that it is time to revisit an old convention in the Spanish language that reflects a "macho" outlook: The use of plural articles that ignore the feminine.

"At present, our Spanish language is stagnant in one vital aspect: gender ... that in the plural form continues to exclude about one half of humanity, specifically the feminine gender (sex)," writes Alfredo García. The article “los” and the ending “os,” have an undeniable masculine and macho connotation, he writes, a clear vestige of human relations in which “los hombres" (men) were the only people with citizenship rights.

"I suggest we make our plurals by replacing the article “los” with “les” and the ending “os” with “es." Example: les ciudadanes, les obreres, les latines, les riques, etc. I know in the beginning it will sound weird and ridiculous, but custom makes law; the more we practice the better it will sound to us and it will seem normal. In that way we will have ended that ignominious form of the plural that harkens back to times of sad recollection."

Monday, April 5, 2010

No Reluce todo lo que es Oro: Una reflección sobre 2 mujeres viajeras

Antes del asentamiento del Mundo Nuevo, España tuvo interés en el “mundo nuevo” por su oro. Lo que no esperaron encontrar fue un mundo infinitamente más rico que el oro. Pasaron años, décadas y siglos y el Mundo Nuevo mantenía mucho de su riqueza, pero desde el punto de vista de un forastero fue obvio que todos los aspectos de la sociedad no siguieron brillando como antes. En la escritura de dos autoras viajeras se hace evidente el cambio que experiencia este mundo, la riqueza que permanece en esta región y la importancia de recontar la historia del viaje. En dos obras, Cartas desde Montevideo y selecciones del Viajeras a Caribe, las viajeras Mariquita Sánchez y Julia Howe empiezan a desentrañar el oro que es América Latina y en el proceso dan al lector perspicacias importantes sobre sus vidas y sus viajes. Al analizar sus obras, lo que impresiona más no es lo que dicen estas viajeras sino lo que no dicen, y estas palabras no dichas crean una historia como la oscuridad bajo el oro.

Las dos autoras comparten muchas características en sus vidas personales que claro han afectado su escritura. Las semejanzas en sus vidas crean una mirada similar entre las dos. Ambas vienen de riqueza y sus familias tienen prominencia en sociedad. Por eso una actitud colonial o europea y casi superior se muestra entre las líneas de sus escrituras. También las dos, en su época, fueron iconos de la nacionalidad; Howe escribió el Himno nacional de los Estados Unidos y Sánchez fue testigo al primer canto del himno nacional de Argentina. En adición, las dos decidieron viajar más luego en sus vidas; Sánchez con 51 años y después de casarse dos veces y Howe con 40 años y un esposo (Araujo 221 y Sánchez 23). Es interesante notar que estas dos mujeres tenían espíritus fuertes y pensaron que estar establecida en la vida no debe prevenir de salir de la vida a la búsqueda de aventura y enseñanza. Desde sus semejanzas en la vida personal, se puede observar que comparten una mirada colonial, patriótica y feminista. Las dos viajaron después del periodo Romanticismo y por eso su escritura se forma no sólo de sus observaciones, sino también sus emociones y reacciones sobre el viaje (Blankton, 19).

Aunque Mariquita Sánchez y Julia Howe eran similares en muchos aspectos, también hay contrastes entre sus vidas. Quizás la diferencia más obvia sea los lugares diferentes a que viajaron las mujeres. Las dos viajaron por América Latina pero Sánchez salió de una colonia en Argentina hasta Montevideo, Uruguay y Howe dejó los Estados Unidos y se quedó en Cuba. Viajaron en la misma época pero Howe un poco después de Sánchez; Sánchez viajó en 1837 y Howe en 1859. Entre las diferencias en espacio y tiempo lo que autora Mary Louise Pratt refiere como una “zona de contacto” forma en dos maneras distintas para cada viajera. Pratt compara la zona de contacto a la lengua pidgin en como mezcla ciertos aspectos de dos lenguas en una área donde mezclan (Pratt, 6). En esta misma manera las culturas de cada autora se mezclan con las culturas de Cuba y de Montevideo y por eso ellas tomaron parte en este nueva cultura, mezclada de sus propias normas y normas nuevas. De veras, Howe hace algunos observaciones afuera de la cultura en separar las culturas, “Los cubanos, considerados en comparación con los españoles, forman un pueblo tan diferente como los americanos, comparados con los ingleses” (Arujo, 223). Pero en otras partes de su obra parece identificarse con la cultura como si fuera siempre una cubana, como sus descripciones y opiniones sobre la esclavitud. Para Sánchez, la zona de contacto es diferente porque ya tiene experiencia con la cultura sudamericana y escribe su obra en la forma de cartas en vez de una obra antropológica. Su zona de contacto se muestra en sus comentarios sobre reuniones con la gente, por ejemplo escribe, “Visité a la condesa. Tan amigas, que te reirías de vernos hablar como si nos hubiéramos conocido. Le habrán hablado de mí algunos de aquí y de allí. Fue muy amable y muy natura” (Sánchez, 29). Para resumir, las dos tomaron parte de la historia de los dos países por interactuar y observar a la gente y la sociedad común (Pratt, 164).

Desde las biografías de estas autores se hace más fácil entender el contenido de sus obras. En literatura de viajes es casi imposible separar el escritor o el testigo y la historia. Lo impresionante es que en la superficie los textos de Howe y Sánchez parecen interesantes, informativos y antropológicos pero debajo de las descripciones y detalles hay temas políticos muy graves que han impactado las vidas de las escritoras y también a toda la gente del país. La semejanza más importante que comparten las dos viajeras es que encontraron el mensaje más importante no en lo que dicen, sino en lo que no dicen.

La manera en transmitir este mensaje para Howe se encuentra en su estilo de escribir. El contenido de Howe en Viajeras a Caribe está separado. Hay una sección diferente para cada aspecto de sociedad, como religión y educación y también secciones diferentes para cada ciudad o pueblo que visita. Describe bien todos estos aspectos con comentario astuto, estilo bien descriptivo de la iglesia cuando dice, “La Iglesia de San Antonio estaba siempre abierta, pero la encontré siempre vacía…” (Howe, 242). La sección final en su obra está titulada “La esclavitud, leyes cubanas. Instituciones” (Howe 244). Como dice Blankton, los escritores viajeros miran los problemas en sociedad y les molestan tanto y por eso la única solución que ellos pueden aplicar es escribir (Blankton, 29). Howe escribe sobre la esclavitud como un compartimento separado de la sociedad pero en realidad sabe que en Cuba la esclavitud se manifiesta en todo. Desde sus descripciones de la esclavitud, como “Los niños esclavos no llevan ropa alguna hasta que tienen cinco o seis años de edad” muestran que ella entiende la vergüenza de los esclavos (Howe, 244). Pero su separación de la esclavitud en su escritura demuestra que ella no está de acuerdo con la esclavitud y que la esclavitud no cumple un parte en una sociedad ideal. Sus otras observaciones demuestran el oro de la ciudad y parece que mientras ella la marca como diferente, marca como excepcional. La esclavitud es la única que no pertenece a la sociedad y mientras para ella no es explícito este hecho, es claro que esto es lo que piensa.

Como Howe, el mensaje más importante en la escritura de Sánchez se manifiesta de la manera más simple. Escribe en forma de cartas no para tener un estilo interesante o para experimentar con la perspectiva, sino por estar exiliada de su país. Muchas veces habla sobre su vida cotidiana y positiva, por ejemplo, “Mi viaje al Janeiro me ha hecho gran bien: nunca he tenido salud mejor, ni mas fuerzas, ni mejor color. (Sánchez, 29). Pero al examinar cerca algunas de sus cartas se puede ver que se incluye comentarios y preguntas relacionadas con el gobierno de Argentina. En alguna parte dice a su hija, “Dime si es cierto que Diego Alvear había hecho una conspiración y que fue descubierto y por eso fugó y si es cierto que está en el ejército. Lo que es fácil de perder es que Sánchez salió de su país para evitar opresión de una dictadura y al estar encarcelada o matada por sus conexiones y opiniones. Ella no está de vacaciones, y sus cartas sirven como una de las únicas conexiones que puede mantener con su familia. Sánchez aprendió y experimentó mucho durante su tiempo en Montevideo, pero lo que el lector puede aprender desde las cartas de una exiliada es invalorable.

En conclusión, las obras de Howe y Sánchez sobre sus viajes a Cuba y Uruguay están llenas de observaciones sobre la riqueza de la cultura. Es imposible resistir viajar con ellas y tomar parte en lo bueno, lo malo y lo impresionante. Las lecciones que ellas aprendieron y pasaron al lector son invalorables e importantes en entender la gente, la sociedad, y ellas mismas. Pero desde estas obras es claro que siempre hay más a la historia de que contaron. Opresión política, esclavitud y otras perversiones de la sociedad siempre existirán y por eso siempre van a manifestarse en la historia. Lo que necesitan hacer los viajeros es entender el problema, recordar el problema, pero buscar al oro que se esconde entre los problemas.





Bibliografía

Araujo, Nara. "Julia Howe." Viajeras al Caribe (1983): 221-46.

Blankton, Casey. Travel Writing: The Self and World. New York: Routledge Publications, 1995. 1-29.

Howe, Julia. A Trip to Cuba. 1858. 223-46.

Pratt, Mary L. "Imperial Eyes: Travel Writing and Tranculturation." (1992): 1-171.

Sánchez, Mariquita. "Mujeres en Viaje." (2000): 21-57.