Saturday, December 12, 2009

Citas importantes de Las Viudas de los Jueves

Las Viudas de los Jueves: Historia Social, Local e internacional

p.11: Un jueves de septiembre de 2001. Veintisiete de septiembre de 2001. Ese jueves. Todavía seguíamos espantados por la caída de las Torres Gemelas, y abríamos las cartas con guantes de goma por temor encontrarnos con un polvo blanco.
p.12: Veníamos de varios meses de crisis económica
p.24: Altos de Cascada es el barrio donde vivimos. Todos nosotros. Primero se mudaron Ronie y Virginia Guevara, casi al mismo tiempo que los Urovich; unos años después, el Tano; Gustavo Masotta fue de los últimos de llegar.
p.27: Si uno levanta la cabeza no ve cables. Ni de luz, ni de teléfono, ni de televisión. Y por supuesto que hay de las tres cosas, sólo que corren bajo tierra…
p.28: Trescientas casas…
p.30: El pasado que queda es la semana pasada, el mes pasado, el ano pasado “cuando jugamos el intercountry y lo ganamos”
p.31: Nosotros nos mudamos a La Cascada a fines de los ochenta. Teníamos nuevo presidente. Tendríamos que haberlo tenido a partir de diciembre pero la hiperinflación y los saqueros a los supermercados hicieron que el anterior dejara el sillón antes de terminar el mandato…la movida hacia los barrios cerrados de la periferia del gran Buenos Aires ni siquiera había arrancado.
p.32: En que en aquella época, hablemos de los 50, 60, o hasta los 70, no se tenía una casa tan lejos de Buenos Aires para recibir gente y hacer reuniones sociales. La panamericana como la conocemos hoy, con su doble carril y asfalto impecable no existía ni en sueños.
p.35: A los pocos días de que el ministro, que había sido de Relaciones Exteriores, ocupara el sillón de Economía, para el que verdaderamente lo habían convocado, y consiguiera que el Congreso le aprobara la ley de convertibilidad. Un dólar, un peso. El famoso “uno a uno” que nos hizo creer que otra vez podíamos, y facilitó el éxodo a lugares como Altos de Cascada.
p.50: Yo no entendía bien por qué, si los terrenos valían cada vez más en dólares; nunca entendí demasiado de variables económicas y efectos cruzados, pero la gente que podía invertir estaba contenta, y yo también.
p.54: Me podía prender en una charla donde hablaron de zapatos y carteras tanto como en una donde hablaran de la suba de la Bolsa y la baja de las tasas de interés a partir de la convertibilidad o de las ventajas y desventajas del Mercosur.
p.62: El que para ese misma época y como espejos contrarios se había asegurado trabajo era nuestro presidente, el de la Nación, que gracias a la reforma de la Constitución que cambiaba a cuatro anos su mandato, podía ser reelecto.
p.65: Y a pesar de que algunos se quejaron de estar incluidos en su fichero premortem, el paso de los anos le fue dando a la razón. Distintas crisis de distinto tipo hicieron que casas que habían sido pensadas para toda la vida dejaran de serlo. El dinero que puede pagar la vida en un lugar así cambia de manos con las épocas.
p.74: Los que peor negocio hicieron ese ano fueron los que viajaron a Pinamar, que ese verano estuvo alterado por el asesinato del fotógrafo que había retratado el empresario de correos privados paseando por la playa.
p.76: Hasta principios de los noventa predomino el canto de alguna provincia del interior y la tonada paraguaya. Era el tiempo de “la patrona”, o del “che, patrona”. Pero a partir de los noventa la tonada peruana fue tapando las otras. Tapando a pesar de ser una voz más dulce, más calma, más educada.
p.86: el golf iba camino a dejar de ser un deporte de caballeros.
p.91: “en el 89 tuvimos que incorporar varones, porque si no a las familias con muchos hijos se les complicaba el tema del traslado, ir y venir, los actos patrios superpuestos, y se perdían el descuento por hermano; los juntamos y ya, pero enseguida nos dimos cuenta de que fue un error, nos faltaba experiencia…
p.96: Cada vez mas requisitos para autorizar que alguien ingrese, cada vez más personal de seguridad en la puerta, cada vez armas más grandes exhibidas a quien quisiera verlas.
p.104: En año 98 fue el año de los suicidios sospechosos. El del que había pagado las coimas del Banco Nación, el del capitán de navío que había intermediado en las ventas de armas al Ecuador y el del empresario de correo privado que había retratado el fotógrafo asesinado. Pero ninguno de estos hechos tuvo alguna incidencia ni en nuestras vidas ni en la de Los Altos…
p.106: El precio de los terrenos subía con la euforia de bienestar de los 90…
p.124: Se había dormido con las imágenes del noticiero que mostraba el avión que no podía levantar vuelo, correteaba por la costanera y se estrellaba contra el driving de la Asociación de Golf.
p.132: …Sólo entendió Bill Clinton.” Se calzó otra vez los auriculares y llegó a escuchar que “el Salón Oval de la Casa Blanca tenía una distribución negativa de los muebles que le trajo muchos problemas maritales al presidente americano.”
p.132: “Expertos de Taiwán, Hong Kong y Singapur han sido consultados por responsables de grandes imperios económicos de Occidente para garantizar el éxito de sus emprendimientos.”
p.141: Y hablaban de negocios, de la venta de YPF a Repsol, de autos por vender o por comprarse, de los gastos superfluos de sus mujeres que criticaban pero a la vez les sirven para mostrar su propio nivel de consumo, de algún torneo de tenis que se estuviera jugando en ese momento en alguna parte del mundo, o del ranking de la ATP.
p.171: Finalmente lo fue, el Tano se quedó con el auto como parte del arreglo de desvinculación de Troost, la aseguradora holandesa para la que había trabajado desde enero del 91, hasta ese día, esa tarde de fines del verano 2000, hasta hacia exactamente cinco minutos, cuando terminó de vaciar los cajones del escritorio que ya no sería suyo. Los dueños de la empresa, accionistas holandeses con los que se reunía una o dos veces año, habían decidido bajar el nivel de su inversión en la Argentina y aumentarlo en Brasil, donde veían mas posibilidades de rentabilidad a corte y mediano plazo.
p.172: Hablaron de over skilled, de downsizing, de deserve more challenges.
p.173: “El presidente declaró estar muy preocupado por las inundaciones en Santiago del Estero y Catamarca.
p.174: Los capitales extranjeros le tienen confianza, pensó, y a él eso le convenía porque tal vez entonces su empresa, o la que había sido su empresa hasta esa tarde, volvería a apostar a esta plaza.
p.175: “El presidente dijo que la situación en las zonas inundadas es muy grave.”
p.187: De camino a la veterinaria Carla escuchó en la radio que el vicepresidente de la Nación acababa de renunciar.
p.193: Había renunciado el ministro de Economía y el presidente había puesto otro que duró sólo quince días.
p.199: Finalmente los Insúa los separaron.
p.209: …como Standard & Poor’s calculaba el índice de riesgo país
p.223: El tema de los perros cimarrones empezó a sonar a principios del 2001.
p.226: Con la afluencia masiva en los años 90, las reglas cambiaron.
p.258: Esto de la viaticación es un negocio de esos redonditos, que si está bien evaluado no tiene riesgo. Mejor que descontar hipotecas. Le tomas la póliza al 80 por ciento y cobras al toque.
p.267: A mediados de 2001 los Urovich anunciaron oficialmente que se irían a vivir a Miami.
p.269: El banco donde trabajaba Roberto Quevedo se iba del país y él se había quedado sin trabajo… Es que el error de muchos de nuestros vecinos fue creer que se podía vivir eternamente gastando tanto como se ganaba. Y lo que ganaba era mucho, y parecía eterno. Pero algún día se corta el chorro, aunque nadie lo hubiera sospechado hasta no verse enjabonado en medio de la bandera, mirando hacia la flor de la ducha de donde no cae ya ni una gota de agua.
p.279: Dos aviones habían bajando las Torres Gemelas como a un castillo de naipes, y nadie podía salir de su asombro.
p.301: Giró hacia mí, me miró, y así de la mano me llevo directo a aquella noche, la del 27 de septiembre de 2001, cuando junto a sus amigos comía en la casa del Tano.

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